jueves, 24 de febrero de 2011

¡A dormir!

Después de que se oculta el sol, más tarde o más temprano la mayor parte de los humanos normales decidimos que es hora de vestir la pijama (sólo como recomendación para aumentar el descanso, pues no sabemos cuales sean sus preferencias en este asunto), lavarnos los dientes e irnos a la cama a dormir.

Dormir para descansar, ¿y porque no? también para soñar... Soñar con esa hermosa figura que se ha colado en nuestro subconsiente desde hace mucho tiempo, esa persona a quien amamos ¡pero no podemos decirlo, ni a nosotros mismos!

¡Amamos en un sueño! Un amor dormido por los prejuicios, la rivalidades y el odio.

"Dormiens",  es el título de esta mágica historia a través de cuyos capítulos el joven Draco Malfoy descubre que el destino le ha jugado chueco pues unos extraños sentimientos se van apodrando de su vida; el amor que nunca creyó ser capaz  de sentir, ahora lo domina por entero, ¿su amada? una peculiar y brillante chica a la que esta decido a detestar.

Todo comienza en el lugar menos romántico: en una callejuela oscura y tenebrosa, un edificio abandonado cuya puerta es apenas unas cuantas tablas de madera atravesadas y mal clavadas. Hermione se ha perdido y no sabe como volver a Grimmauld Place, y para colmo su curiosidad a podido más que ella; entra al edifcio en busca de otra vida humana ¡y la encuentra!

Draco Malfoy, herido, mal comido y con señas de haber pasado varios días ahí la observa desde la oscuridad.

Esta historia es una muestra más del talento de nuestra querida Dryadeh, y su enorme talento, que al respecto de su escrito nos dice:

"En esta historia intenté subsanar un poco ciertos errores que cometí en L&T y aprovechar lo aprendido para crear algo más complejo y maduro. Mi idea inicial surgió del siguiente hecho: no quería repetirme y escribiendo otra historia de Draco y Hermione en Hogwarts, inevitablemente caería en repeticiones o similitudes con L&T. Así que decidí cambiar de entorno y entonces, después de leer el 6º libro varias veces, se me ocurrió que Harry, si no iba a regresar a Hogwarts, acabaría yendo a Grimmauld Place. Así que llevé allí a todos los personajes.  

Sinceramente nunca pensé que después de la muerte de Dumbledore, Draco regresaría tan feliz a Hogwarts y mucho menos Snape. Pensaba que ambos serían buscados por la justicia mágica, así que imaginé a Draco como un prófugo, al mismo tiempo que un mortífago que no había cumplido la misión que su Señor le había encomendado. Conociendo a Lord Voldemort, y también a Draco (no estaba hecho de la pasta dura de un asesino) supuse que su historia tenía que acabar de manera trágica, así que me imaginé con facilidad a Draco escapando.

Con eso ya tenía los elementos para escribir Dormiens. En principio la guerra era un pretexto para desarrollar la historia entre Draco y Hermione. En Lija y terciopelo, Voldemort esperó pacientemente a que Draco y Hermione se enamoraran y tuvieran su historia xD antes de tomar medidas serias en la guerra. Eso se debía sinceramente a que no me veía capaz de manejar ambas tramas. En Dormiens en cambio, quería hacer algo más realista, así que pasito a pasito me fui atreviendo con la guerra.

En un principio no pensaba meterme tanto porque la idea me daba pánico, siempre me sentí una escritora muy limitada (sólo me sentía cómoda o capaz de escribir romance) pero poco a poco descubrí que me gustaba mucho esa parte de la trama. Disfruté un montón de escribir batallas, intrigas, la búsqueda de los Horrocruxes, la convulsión en el Ministerio, etc.

Nunca imaginé que Voldemort llevaría a cabo una guerra tan “silenciosa” como lo hizo en DH. El libro salió para cuando yo ya había pasado el ecuador de Dormiens y aunque muchas cosas coincidieron con lo que yo ya había supuesto (por ejemplo la identidad de RAB –algo bastante sospechado por el fandom en general-) en otras no. Tuve una pequeña crisis porque también tenía planeada una batalla en Hogwarts y no quería “copiarle” la historia de JK pero al final resolví seguir adelante con lo que tenía pensado porque era muy tarde para cambiar la historia.

Y la verdad es que creo que Dormiens es mucho mejor que Lija y Terciopelo porque al margen de que Draco y Hermione no están TAN idealizados y su relación se construye más lenta y más creíble, la trama no se centra exclusivamente en eso, sino también en qué pasa a su alrededor, en la guerra. Narcisa juega un papel importante, la orden del Fénix también. Manejé muchos personajes que nunca había tocado, le di su espacio al Harry/Ginny, hubo un cambio de Ministro, etc.

He de decir que probablemente nunca me habría atrevido con esas cosas de no ser por todo el cariño y el ánimo que recibí. Recuerdo que cuando escribí mi primera batalla (que me costó muchísimo y no quedó demasiado bien), las lectoras me dieron consejos para hacer peleas más ágiles, los tomé en cuenta y fui mejorando mucho en eso.

Como ya digo, recibí mucho aliento. Como ya era “conocida” por L&T, Dormiens tuvo desde el principio muchas lectoras y la cosa se volvió tan “grande” que llegué a agobiarme un poco en ciertos momentos (la obsesión del escritor por agradar a sus lectores, es complicada cuando hay tantos lectores y todos quieren cosas diferentes) así que tuve que darme un poco de espacio y hacer simplemente lo que tenía planeado, sin dejarme llevar por las opiniones de los lectores.

De ahí nació el epílogo. No es un epílogo convencional, como el que la propia Rowling hizo. Draco y Hermione x años después, casados, felices, con hijos. Me pareció que no era ese el tipo de cierre que necesitaba la historia y desde luego no era el que yo quería darle. Dormiens es una historia de amor y guerra, y como tal tiene sus claros y sus oscuros. Su final dulce y amargo. Eso quise reflejar con la escena de Narcisa en su jardín, todavía loca, todavía buscando a su hijo.

La guerra siempre deja huellas y consecuencias terribles.

Por último, me gustaría decir que una de las cosas que más disfruté de escribir fue la evolución de Draco Malfoy. Me parece un personaje muy interesante sobre el que escribir. Mucha gente quedó decepcionada con él después de su papel en Deathly Hallows. Creo que se habían hecho ideas equivocadas sobre Draco como personaje malvado. Las maldades de Draco siempre fueron de patio de colegio, jamás tuvo alma de asesino y mucho menos de mortífago. No era un personaje valiente y tampoco lleno de sangre fría. Sin embargo no le considero un cobarde. A lo largo del libro le vimos luchar, pero por sus propios intereses. Se sacrificó varias veces por su familia y su familia lo hizo por él. No es el tipo de personaje estoico que lucha por unos ideales, pero sí lucha por las cosas que verdaderamente le importan.

Eso es lo que quise explotar en Dormiens. Draco se unió a la Orden del Fénix por propio interés: quería que Voldemort fuera derrotado. No sólo porque estaba en peligro de muerte mientras él viviera, sino por todo lo que éste le hizo a su familia. Tampoco una vez en ella fue el guerrero más valiente, ni desde luego el más noble. Quería acabar con eso por su propio bien y por el de Hermione. El resto de la gente no le preocupaba demasiado.

Sin embargo, a lo largo de la historia el personaje maduró mucho, como demuestra el hecho de que finalmente se entregara a las autoridades y fuera a Azkaban. Podría haber seguido huyendo, podría haberse quedado oculto en Grimmauld Place. Todos sabían que no se merecía ir a la cárcel. Nadie le juzgaría. Hermione, de hecho, le hizo prometer que se quedaría. Pero Draco sabía que era algo que debía hacer y lo hizo.

En definitiva, con esta historia aprendí muchísimo y mejoré mucho también. Escribí sobre cosas de las que nunca me creí capaz, manejé personajes que nunca había tocado y desarrollé tramas más profundas que en L&T por eso estoy mucho más orgullosa de Dormiens :)"

Sin duda esta es una historia que debe leerse, por su puesto antes de ir a dormir.

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